4/5/17

Partida.


Esto de la vida y el amor parece un juego, pasar la patata caliente a ver quién es el desgraciado al que le estalla en la cara. Y a quien le toque pues a joderse.

Esto del amor parece un juego en el que uno siempre tiene que perder si quiere (a otro).

Esto del amor parece un juego de turnos,
de ahora me toca a mí porque estoy herida y necesito alimentarme a base de penurias
y mañana a ti porque te habré dado muerte sin excusa y por orden.

Parece que en el amor quién esté roto tiene la libertad de romper,
tiene esa carta de fuego que puede gastar quemando
y cuando provoca el infierno y se retira dando por complacida su oportunidad homicida.

Le toca al siguiente pasar la puta patata caliente.
Te toca cruzar los dedos por que no te reviente.

Esto parece una enfermedad de transmisión emocional, un virus, un bicho bonito que se instala en el corazón de los amantes y muerde víbora
pero le tomas cariño aunque besando mate.

Porque joder, cómo besa la parca.


Esto del amor parece un juego y no sé siquiera si nos meten a punta de navaja inconsciente o simplemente nos va el riesgo de jugar partidas que no controlamos. El que dispara sale victorioso, que pasé el siguiente, que tire la piedra, que mueva la ficha.

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